En la semana de la luz, me gustaría hablaros de cómo la luz es la fuente que nos posibilita la visión de las cosas y se convierte en el elemento fundamental en el arte, por lo que como artista creo en el papel del ceremoniante para hacer vibrar aún más el ritual del enlace.

Sobre las bodas temáticas. Cada vez es más frecuente en los novios buscar la originalidad en su día especial y hoy os voy a hablar de algo que quizá muchos de vosotros desconocéis, algo que enriquece y hace brillar el momento del enlace.

Todo empezó hace más de diez años cuando una de mis mejores amigas me llamó para decirme que se casaba, pero la sorpresa no fue esa, la sorpresa fue lo que dijo: “nos casamos y queremos que nos cases tú”. Así empezó mi andadura como maestra de ceremonias.

Después de la boda de mi amiga vinieron otras, todas muy emocionantes pero es que, acaso no lo son todas las bodas? Recuerdo, por ejemplo, a Rocío, cuando la vi entrar por el pasillo nupcial, las lágrimas acudieron raudas a mis ojos, no la conocía prácticamente pero estaba tan bella con su vestido, resplandeciente como cientos de estrellas caminando con la música de Pasión Vega de fondo cantando “Gracias a la vida”, era su cantante favorita y la eligió para tan especial momento.

Os preguntaréis por el papel del maestro/a de ceremonias y yo estoy encantada de alumbraros en este tema con mi experiencia personal.

Todas conocemos y hemos asistido a ceremonias de muchos credos y colores, las más típicas son en una iglesia con un sacerdote o en un juzgado con un juez de paz, alcalde o concejal. También hemos visto muchas veces en el cine como un capitán de barco casaba a una pareja, yo no he presenciado nunca una ceremonia en un barco y reconozco que me resulta muy romántico y divertido.

Por qué casarse con un cura, un concejal y no con un actor/actriz?, claro que en las ceremonias celebradas por nosotros, una actriz en mi caso, previamente ha habido una ceremonia civil, normalmente en privado y con los testigos, la gran celebración y los invitados se reservan para el gran día. Cada vez hay más parejas que prefieren esta opción, hacer una boda civil un día particular y el día de la gran boda representar el ritual ante sus seres queridos y después celebrarlo.

La luz que aporta una maestra de ceremonias a una boda, en mi opinión, es que enriquece la ceremonia haciéndola diferente, especial y personalizada. No queremos que ese día sea el muy especial?, pues os aseguro que este modo lo es mucho más y algo muy importante, sin salirse de presupuesto pues es del todo asequible y muy recomendable, palabras textuales de algunas parejas que he “casado”.

Diferente lo es por el simple hecho de no entrar en convencionalismos ni seguir formas establecidas que quizá no sean muy afines a nosotros.

Pero lo que hace más especial y diferente un ritual con maestr@ de ceremonias, en mi caso es que, es personalizada. Cada vez que una pareja me hace partícipe de ese honor, lo que hago es hablar con cada uno de ellos, por separado, recabar una pequeña información, con el máximo respeto, para poder redactar y dar a luz un texto exclusivo para ellos y ese momento, de manera que los novios se sientan los protagonistas. También me ocupo de dar paso a los familiares que van a decir algunas palabras a la pareja y la complicidad con la persona encargada de la música para que entre la canción indicada en el preciso momento de manera que todo fluya y brille como debe ser.

Muy lejos queda de la frialdad de un texto establecido e idéntico para todas las parejas que se recita de forma mecánica.

De esta manera, la calidez, la cercanía y el corazón que se pone en ello, hacen de ese momento algo mucho más especial y emotivo.

Espero haber arrojado algo de luz en este tema para muchos desconocido, como siempre ya sabéis, en La Perfecta Prometida es nuestro deseo que os sintáis únicos.

Aurora